Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Renovar mi currículum para el siglo XXI

La era de la globalización nos muestra nuevas formas de hacer y con ello avances en todas las disciplinas y especializaciones que exigen a los profesionales adquirir nuevos conocimientos y reciclar la formación para conseguir aptitudes para las nuevas exigencias del mercado. A todo ello, nos encontramos ante un mundo en donde la información, gracias a las nuevas tecnologías, se encuentra al alcance de todos, aportando a la sociedad el valor del conocimiento como una herramienta de progreso y de evolución hacia nuevos retos.

A lo largo de los últimos años, hemos podido observar como los cambios socioeconómicos han influido de forma directa en la estabilidad laboral, al acrecentar el número de desempleados en los diversos sectores de actividad. La reducción de la oferta ha provocado que los trabajadores y candidatos extiendan su periodo de formación, para compensar la falta de experiencia o para asumir nuevas o adicionales funciones dentro de sus organizaciones.

Para hacer frente a esta nueva situación el profesional ha de maximizar su valor para la empresa en la que trabaja. La formación y el reciclaje continuo, se han convertido en herramientas clave para fomentar su empleabilidad y dotarle de una clara ventaja competitiva que además sea sostenible en el tiempo. Esta nueva situación aporta un incremento del valor del trabajador, con una responsabilidad compartida entre el empleado, que necesita ofrecer cada vez más a la empresa y ésta, que necesita maximizar la empleabilidad de sus trabajadores.

«La formación es la herramienta para el incremento de la empleabilidad y la productividad»

El mundo de la formación está cambiando, los bordes que anteriormente se mostraban claros y continuos exigían una formación tradicional por parte del trabajador que obtenía puestos de trabajo para toda la vida. Es una realidad distinta a la que ahora vivimos. Siendo tiempos de incertidumbre, de cambios constantes, la formación se ha tornado continua y permanente, requisito imprescindible para ser candidatos con conocimientos actualizados para hacer frente a las necesidades que demandan las empresas y la sociedad.

Los factores clave para que las nuevas generaciones sean capaces de adaptarse a estos cambios tienen que ser conceptualizar y analizar desde una perspectiva comparativa los efectos de las tecnologías digitales en el desarrollo cognitivo de los jóvenes así como en sus valores, estilos de vida y expectativas educativas y por otro lado, examinar las respuestas al surgimiento de este fenómeno en términos de política y prácticas educativas.

Según el Informe «Habilidades y competencias del siglo XXI para los aprendices del nuevo milenio en los países de la OCDE» debatido en el Congreso Internacional sobre las Competencias del Siglo XXI que tuvo lugar en Bruselas en septiembre de 2009, se destaca la «importancia del contenido y de un currículo de letras amplio más que de una enseñanza de habilidades como el pensamiento crítico o aprender a aprender».

Hasta hace poco más de 10 años no existía internet, las redes sociales, los smartphones, tablets, apps y muchas otras herramientas digitales que actualmente son imprescindibles para obtener el mayor rendimiento de los nuevos proyectos estratégicos y políticas de gestión de las nuevas empresas y emprendedores. A todo ello, hemos de añadir las nuevas especialidades profesionales que se han creado o transformado como son el marketing digital, e-commerce, diseñadores gráficos, desarrolladores webs, etc, que abren un nuevo mundo a diferentes posibilidades de hacer negocio y de emprender.

«En un mundo cada vez más complejo, en el que todo el mundo puede verse obligado a ejercer varias profesiones en el transcurso de su existencia, es indispensable seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida» Peter Drucker

Los cambios se han dado a lo largo de la historia y las sociedades se han ido adaptando para resurgir y conseguir grandes avances, como,  en su día,  la industrialización, cuando también acontecieron transformaciones trascendentes en el mundo laboral que exigieron a los trabajadores y organizaciones nuevas formas de trabajar que revolucionaron los mercados.

Las empresas quieren lo que necesitan y el profesional debe formarse en su especialidad para poder acceder a esa gran bolsa de mercado. El trabajo del futuro está basado en el talento, puesto que vivimos en un mundo sin fronteras y la competencia es global. Ahora el éxito no solo se mide por los títulos que acumules o por donde vivas, sino  también por la capacidad de innovar y por la capacidad de demostrar las habilidades y destrezas.

«Siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida a aprender cómo se hace» Franklin Roosevelt

Por lo tanto para renovar nuestro currículum en el siglo XXI debemos estar preparados para trabajos que aun hoy en día no existen, con herramientas que no se han desarrollado para ser capaces de resolver problemas que aún no se han planteado.

Y tú ¿estás preparad@?

Deja un comentario