¿Para qué sirve la limpieza facial?

Limpieza facial: rutina de belleza indispensable

La limpieza facial es un hábito indispensable para cuidar la piel del rostro. Si queremos que tenga luminosidad y se mantenga sana, debemos mimarla a través de nuestras rutinas de belleza.

Los pasos y la regularidad de la limpieza dependerán de cada tipo de piel. Si tenemos el cutis graso, se recomienda hacer una limpieza facial cada mes y medio. En cambio, si la piel es mixta y no tiene muchas imperfecciones, realizarla cada dos o tres meses será suficiente.

Existen factores externos que pueden influir en la salud de nuestra piel, pudiendo acentuar sus imperfecciones, ensuciándola e incluso acelerando el proceso de envejecimiento:

• Si nos exponemos en exceso, el sol puede llegar a ser uno de los mayores enemigos de nuestra piel. Los rayos ultravioletas suelen provocar arrugas y manchas, y son los causantes del cáncer de piel.
• La mala alimentación influye en la salud de nuestro cutis. El café, el alcohol y las grasas saturadas deshidratan la piel y hacen que pierda vitalidad.
• La contaminación afecta negativamente a nuestra piel. Las impurezas, toxinas y residuos se suelen acumular en la piel ensuciándola y provocando irritaciones.
• Existen productos cosméticos que pueden dañar la piel. Si no se retiran correctamente, los restos de maquillaje pueden producir infecciones cutáneas.
• Otros factores que también influyen en el aspecto de la piel son nuestras propias emociones. El estrés, la falta de sueño o nuestro estado de ánimo pueden disminuir la luminosidad y vitalidad del rostro.

Cómo hacer una limpieza facial en 6 pasos

• Limpieza

El primer paso de esta rutina es hacer una primera limpieza para eliminar todas las impurezas y toxinas que se han ido acumulando a lo largo del día debido al maquillaje y a la contaminación.

Esta limpieza debe realizarse con jabón y agua fresca. No debemos hacer movimientos agresivos ni apretar demasiado para no irritar el cutis o eliminar las células sanas.

• Vaporización

Cuando hayamos terminado con la limpieza, es recomendable aplicar vapor para abrir los poros. Si la realizamos en casa, podemos crear vapor hirviendo agua. Debemos acercar el rostro pero siempre a una distancia prudente para evitar quemaduras. Este paso permitirá que los poros se abran y sea más fácil retirar los puntos negros.

• Exfoliación

Durante este paso se suele utilizar un gel exfoliante granulado para eliminar células muertas e impurezas. Se debe aplicar con un masaje en círculos sin frotar demasiado para no dañar la piel.

• Extracción

Una vez terminada la exfoliación, retirar los puntos negros que no han salido con el vapor. Se recomienda hacerlo con las yemas de los dedos y nunca con las uñas, intentando no hacer mucha presión para no empeorar la zona.

• Mascarilla

Debemos escoger la mascarilla a utilizar según sus propiedades, y en función de nuestro tipo de piel. La mascarilla aportará hidratación y ayudará a regenerar nuestro cutis.

• Hidratación

Según las necesidades de tu piel, necesitaremos una crema hidratante u otra. Para una óptima absorción, se recomienda aplicarla justamente después de la mascarilla.

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Fuente: INSTITUTO DYN