Los abuelos que se responsabilizan con cierta regularidad del cuidado de sus nietos —los llamados abuelos-canguro— son desde que empezó la crisis una alternativa a la que han recurrido muchos padres que no pueden pagarse a un canguro, una solución sin embargo no exenta en ocasiones de abusos contra los mayores.
Que los niños pasen unas horas al día o la semana con los yayos reporta, según los expertos, grandes beneficios a pequeños y mayores, pero también puede llegar a ser un abuso cuando los abuelos se ven forzados a sustituir a padres negligentes. En todo caso, un encuesta del Imserso en 2010, en los momentos más duros de la crisis económica, señalaba que:
- Un 68 % de los abuelos tenía contacto diario con sus nietos.
- Un 70 % afirmaba haber cuidado de sus nietos al menos una vez.
- Un 44,9 % decía cuidar de los nietos como mínimo una vez a la semana.
- Un 49,5 aseguraba que se hacía cargo de los nietos casi a diario.
El hecho de que casi un 50 % de los abuelos hiciese de canguro a diario se debía principalmente a:
- La incompatibilidad de los horarios de los padres con los de sus hijos y la imposibilidad de contratar a un/a canguro.
- La necesidad de los abuelos de sentirse todavía útiles.
Franco Voli, presidente honorario de la Institución de Asuntos Culturales de España y autor del libro El arte de ser abuelos (PPC Editorial, 2009), recomendaba en una entrevista de Marisol Nuevo en GuíaInfantil.com no obligar a los abuelos a hacerse cargo de los nietos. El cuidado de los menores debía ser voluntario y en función de la vida social y del estado de salud de los abuelos.
Voli diferenciaba entre el papel educador de los padres y el de los abuelos. Los abuelos, según Voli, tienen la oportunidad de recuperar una paternidad diferente, desde una posición más relajada y sin la carga de responsabilidad de los padres, pero con la oportunidad también de ofrecer un discurso alternativo que facilite la convivencia entre padres e hijos. Para ello, Voli recomendaba:
- Pactar las horas en que los abuelos se hacen cargo de los nietos en base a las necesidades e intereses de padres y abuelos, y no solo de los padres.
- Procurar la felicidad de los abuelos. Un abuelo infeliz, forzado, no será capaz de cuidar como es debido a sus nietos.
Por su parte, un estudio de 2015 de la Escuela de Salud de la universidad estadounidense John Hopkins indicaba que los niños cuidados por los abuelos sufren la mitad de accidentes que los que no. Para la Nufflied Fundation, los niños además son más seguros desde el punto de vista emocional y tienen más vocabulario que otros compañeros de su misma edad, en los primeros cinco años de vida.
Sin embargo, para Noemí Fernández, psicóloga clínica del Instituto de Estudios Psicológicos, se deben tener en cuenta además los siguientes aspectos vinculados a la función de los abuelos como canguros:
- La economía modesta de muchos pensionistas.
- El derecho a una vida social no condicionada por tener que hacer de canguros.
- La condición física.
- La carga emocional de tener que hacer de padres.
- Las dificultades legales para poder ejercer de padres cuando conviene.
- La necesidad de adaptar el domicilio a la presencia regular de un niño.
En 2011, la Federación de Asociaciones de Gente Mayor de Cataluña (FATEC) hablaba de «chantaje moral» por parte de muchos padres que, de un modo u otro, obligaban a los abuelos a hacerse cargo de los niños. En una linea similar, la Sociedad Española de Geriatría y Gerentología (SEGG) alertaba en 2013 de la diferencia entre dejar a los niños al cuidado de los abuelos y abusar de los abuelos para sacarse a los niños de encima. La SEGG destacaba que muchos abuelos llegan a realizar una jornada laboral completa destinada al cuidado de sus nietos —unas 6 horas diarias de media—, más que las que dedican muchos padres a sus hijos. El Dr José Antonio López Trigo, el presidente de la SEGG recordaba que los mayores también tienen derecho a gozar de su tiempo libre.
En el misma nota, publicada con motivo del Día del Abuelo —el 26 de julio—, establecían un decálogo del «abuelo canguro»:
- Evitar sobrecargas en el cuidado de los nietos.
- Saber decir «no» a los abusos de los padres.
- Evitar que la tarea de canguro afecte a la salud.
- Pactar unas condiciones mínimas con los padres para evitar abusos.
- Mantenerse en forma y hacer ejercicio.
- No sentirse culpable por no tener la misma energía que cuando eran padres.
- Adaptar las actividades con los nietos a las posibilidades físicas.
- Poner límites, es decir, huir del tópico que con los abuelos los pequeños pueden hacer lo que les da la gana.
- Valorar los momentos compartidos con los nietos, la parte positiva de hacerse cargo.
Existe la creencia de que el abuelo o jubilado ya no tiene vida propia ni inquietudes vocacionales ni proyectos propios, por lo tanto deben ocuparse de sus nietos cuando los padres no puedan hacerlo o prefieran no gastar su dinero en contratar canguros, quienes por otra parte podrian disfrutar de pequenos ingresos. Todo esto me parece injusto porque los abuelos no son seres inutiles, sino personas capaces de desarrollar actividades gratificantes. Aparte de que ocuparse de ninos es algo que conlleva un gran gasto de energia que no todos estan en condiciones de ofrecer como cuando eran jovenes. Por lo tanto, excepto en casos en que el abuelo no tiene otro onjetivo en la vida que cuidar nietos, me parece mas saludable y enriquecedor que el abuelo dedique su tiempo a su bienestar y desarrollo. La vida no se detiene tras la junilacion.