El mundo del vino brinda diversas clasificaciones para degustar y hacer un buen maridaje. No obstante, todas estas variaciones pueden ser un poco embrolladas para el consumidor. Por esta razón, para escoger más allá del tinto, blanco o rosado, se ha elaborado una lista con los tipos de vino que existen.
¿Qué tipos de vino hay?
Conocer todos los vinos y sus esencias principales ayuda siempre a saber cuál es el mejor vino para cada persona. De hecho, dependerá de las preferencias y el platillo con el que se quiera acompañar cada vino.
Los vinos se pueden estructurar según sus formas, su edad, color, nivel de graduación alcohólica o cepa. Aún así, a continuación se muestran los cuatro grandes grupos de clasificación. ¡Empezamos!
Vinos tintos
Dentro de esta categoría se encuentran los siguientes:
- Ligeros – afrutados: existen distinciones entre los vinos que destacan por su densidad y astringencia. En este primer grupo están los vinos jóvenes, con poco cuerpo, activos y poco austero.
- Cuerpo medio: esta categoría posee distintos vinos de calidad media y algunos de gran calidad. Estos, hacen énfasis en la «consistencia» o «densidad» del vino, por llamarlo de alguna manera.
- Tintos concentrados: aquí se reúnen los vinos tánicos, de aromas fuertes, habitualmente enfrutados y que envejecen bien.
- Vino de guarda: estos son los vinos de las mejores vendimias que se dejan envejecer en botella. Así, poseen alta densidad, cuerpo y su gusto mejora con el paso del tiempo.
Vino rosado
Estos vinos están confeccionados con uvas tintas o un conjunto de tintas y blancas. Como sucede con el vino blanco, el rosado se fermenta sin hollejos. No obstante, se deja unas horas con el mosto antes de la fermentación para que vaya cogiendo color. Habitualmente, no se crían en roble, por lo tanto, son vinos frescos, ligeros y afrutados.
Tipos de vino blancos
Los vinos blancos pueden ser:
- Ligeros y secos: en este grupo se enmarcan los vinos jóvenes y ácidos, sin cuerpo. Por lo general, no son añejados en barricas de roble, ya que no están pensados para envejecer.
- Secos: tienen más cuerpo y envejecen en barrica o botella. Aunque son secos tienen una degustación dulce.
- Concentrados: estos son más complejos y con mayor cuerpo. Mejoran si son añejados en barrica y botella.
- Semisecos: no llegan a ser dulces y se embotellan antes de que el azúcar pase a ser alcohol.
- Dulces y licorosos: potentes en su concentración, tienen mucho cuerpo y son enrevesados.
Vinos espumosos
El espumoso es uno de los tipos de vino que provienen de una segunda fermentación en envase cerrado. Este procedimiento fomenta gas carbónico, es decir, las burbujas, la espuma y el aumento de la presión. La cava es el vino espumoso por magnificencia.
Sea cual sea, el vino es una bebida que vale la pena degustarla y acompañarla con un buen plato. Si con esta lista se ha ampliado el conocimiento, ya es hora de descubrir el preferido.
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