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Y tú… ¿Cómo lideras a tu equipo de trabajo?

Los líderes están presentes en nuestra vida mucho más de lo que imaginamos. A parte de nuestros jefes o jefas del trabajo, están los líderes familiares, que consiguen llevar al resto hacia su interés, los líderes de los grupos de amigos, que con frecuencia pueden ser más escuchados o valorados, o también los líderes en el cole de nuestros peques.

En este artículo vamos a hablar de algunos tipos de líderes, y te mostraremos también la perversión en la que cada tipo de liderazgo puede caer. Quizá, las conclusiones más interesantes que puedas sacar se respondan con las siguientes preguntas: ¿con cuál de estos liderazgos me identifico yo?… ¿cómo son los líderes de mi alrededor? También, si diriges algún equipo de trabajo, te interesará identificar los siguientes tipos:

1)      El líder instructivo

Es un tipo de líder muy pedagógico. Como su propio nombre indica, es un líder que enseña la forma de hacer las cosas, da instrucciones, enseña los pasos, nos forma y nos orienta. Es un líder ideal cuando el equipo aún no está muy formado en alguna cuestión importante.

Este tipo de líder tiene que tener unas buenas habilidades de escucha y saber expresarse con cercanía y claridad, además de tener paciencia. Conviene que tenga una buena disposición a los demás, además de habilidades sociales.

Sin embargo, su forma de perversión es la SOBREPROTECCION. Estos líderes pueden caer en la tentación de hacer todo el trabajo y quemarse en exceso por seguir explicando cuestiones que ya están muy claras. Esto es posible que ocurra porque no termine de fiarse de su equipo, sus compañeros acaben acomodados o sean personas muy perfeccionistas.

2)      El líder participativo

Es un tipo de líder que hace mucho equipo, y que por tanto favorece una participación muy activa de todos sus compañeros.  Es un tipo de liderazgo ideal cuando el equipo ya es muy profesional y está muy constituido y con suficiente experiencia.

Estos líderes carecen de un excesivo afán de protagonismo, saben compartir las responsabilidades y no se echan atrás cuando aparecen opiniones o ideas diferentes a las que aporta.

Su perversión no obstante es la del líder COMODÓN. Esto quiere decir, que el líder deje que otros tomen la responsabilidad y deje de comandar el barco.

3)      Líder delegativo

Este tipo de líder se suele ver en organizaciones grandes, aunque también en estructuras de todo tipo, en las que, por exceso de funciones o al adquirir tareas de mayor rango, los líderes han de saber delegar tareas o funciones en otras personas preparadas. Este líder debe tener la capacidad de confiar en los demás a la hora de ceder tareas, en lugar de asumir toda la carga o boicotear las decisiones de los compañeros a los que les cede el trabajo. También puede caer en un estilo pasivo-agresivo, donde cede las funciones solo cuando le interese, y provocar problemas de grupo.

El líder ABDICADOR, sería la perversión del tipo delegativo. Consistiría en abandonar por completo aquello que cede, olvidándose de hacer cierta supervisión, olvidándose por completo del asunto que le compete y de los responsables que tiene a su cargo.

4)      Líder directivo

Es una figura que marca con claridad, el camino que ha de seguir el equipo o grupo. Toma decisiones importantes, como cuando se generan conflictos, asume responsabilidades o decisiones finales cuando hay discrepancias o exceso de aportaciones, y es especialmente útil cuando en el equipo hay mucha inseguridad o discrepancias, o también cuando falta mucha experiencia. Por tanto, el directivo, decide personalmente, marca el camino, refuerza las aportaciones e indica la forma de proceder. Tendrá que tener una visión clara, ser contundente y firme y una visión a largo plazo de los objetivos, además de cierta capacidad para motivar y reforzar a los demás.

No obstante, los lideres directivos pueden caer en una perversión muy negativa, que denominamos líder DÉSPOTA. De esta manera, el líder directivo puede caer en un exceso de autoritarismo y personalismo, que generaría un empobrecimiento de las aportaciones del grupo, un exceso de dependencia de esta figura, o el abuso de una comunicación agresiva.

Una vez explicados los tipos, conviene hacer ver, que no es necesario marcarse o establecerse en un único tipo siempre. Es conveniente, y a menudo deseable, saber jugar los diferentes tipos de liderazgo según el momento, y por tanto el análisis introspectivo de cuáles de estos liderazgos nos resulta más cómodo desempeñar, y en cuales tenemos más dificultades.

¡Suerte con vuestros equipos!

Autor: Alberto López Viñau, Psicólogo y coach
Fuente: Grupo Crece

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