Tal vez hayas escuchado alguna vez el concepto de leasing, pero puede que nunca asociado al sector inmobiliario. Los leasing inmobiliarios son una gran alternativa a las hipotecas y, poco a poco, están comenzando a ganar fuerza en España. Su origen proviene de los Estados Unidos, pero cada vez son más las personas que buscan este tipo de sistema financiero. Para conocer más al respecto sigue leyendo.
El gran sueño de mucha gente es el de la casa propia, pero comprar una casa es una decisión que debe tomarse con toda la información posible, pues las consecuencias de esta decisión pueden acompañarte durante décadas. Hoy te explicamos en profundidad qué es el leasing inmobiliario y, también, aprenderás cuáles son sus ventajas y qué diferencias existen con los créditos hipotecarios.
¿Qué es el leasing inmobiliario?
El leasing inmobiliario es un tipo de contrato por el cual se cede un inmueble a cambio de un pago periódico, pasado el plazo previamente determinado se presenta la opción al cliente de comprar o dejar el inmueble. Si eligieras quedarte con la casa, los pagos ya realizados son descontados del precio final del inmueble, con lo cual, ya habrías pagado una gran parte por adelantado.
Algo a tener en cuenta es que las cuotas varían en función de la casa, no es igual una vivienda de nueva construcción que una de segunda mano. En general, los contratos de arrendamiento de este tipo poseen una duración mínima de diez años, más reducida que la de una hipoteca común.
¿Cuales son las ventajas del leasing?
Aunque los beneficios son muchos, la principal ventaja de los productos adquiridos vía leasing es que pueden financiarse con un 100 % de la inversión. Una opción muy interesante si posees de estabilidad económica y un buen salario. La mayoría de los bancos, en una situación similar, solo llegarían a financiarte un 80% y solo en raras ocasiones al 100%. Para llevarlo a cabo serán necesarias ciertas condiciones específicas para que la entidad financiera tome el riesgo de enfrentar el leasing. Sin embargo, las características del leasing suelen permitir este tipo de operaciones.
A continuación les dejamos algunos beneficios:
- Tipo fijo o variable: De igual modo que en las hipotecas, el leasing inmobiliario te permite decidir si optar por una tasa fija o variable. Esta elección será muy importante, pues afectará a la mensualidad que habrás de pagar. Cuando seleccionamos el tipo fijo, la cantidad no variará en función de ningún indicador, como su nombre indica, quedará fijo, estático. En el caso del variable, la cuota variará en función de lo que indique el Euribor, lo que puede ser complicado para los compradores más conservadores.
- Fiscalidad e IVA: Los leasing ofrecen importantes ventajas fiscales, con lo cual logras amortizar activos más rápidamente. Además, el IVA se realizan mediante fraccionados mensaualmente en cada cuota, sin la necesidad de realizar un único gran pago.
- Fraccionar pagos. Generalmente no se realiza un pago al principio del contrato. Esto hacía dudar a algunos interesados en contratar una hipoteca, en cambio con el leasing es posible fraccionar la totalidad del importe, volviéndolo más accesible y sencillo de planificar a largo plazo.
Leasing inmobiliario vs. Crédito hipotecario
Sería muy difícil no hacer una comparativa entre estos dos modelos de financiación, pues son los más difundidos a la hora de adquirir una vivienda y nos da una mayor dimensión de sus diferencias y ventajas. Lo cierto es que el leasing resulta un producto generalmente más flexible que una hipoteca, dadas las condiciones favorables que aporta. Incluso, si al finalizar el contrato crees que el inmueble no es para ti, puedes decidir no adquirirlo.
En cambio, si decidieras continuar con la compra del inmueble, ya habrías pagado una gran parte del total. Sin contar los beneficios fiscales que obtendrías y que un préstamo hipotecario no te ofrece. Algo similar ocurre con la financiación del producto, el cual puede alcanzar el 100 %, mientras que en un crédito hipotecario las condiciones suelen ser mucho más estrictas.
A tener en cuenta: si realizas un leasing, el propietario del inmueble seguirá siendo el arrendatario hasta que termines de pagar toda la propiedad, o bien, hasta que se dé la opción de compra. Algunos expertos consideran que esto puede ser un punto negativo, ya que se limitan las opciones de modificación del inmueble, en definitiva, hasta que la propiedad no se traspasa, se tienen las mismas condiciones que en un alquiler normal. Al mismo tiempo, los beneficios fiscales del leasing surgen al no poseer la titularidad sobre la propiedad. Será decisión de cada uno evaluar qué opción crea más conveniente.
Entonces ¿cuál es mejor?
Determinar cuál de las dos opciones es mejor es una decisión personal. Lo más importante será contar con toda la información posible a la hora de tomar la decisión. Como no hay dos individuos iguales, tampoco habrán dos necesidades iguales: cada uno deberá determinar cuál es la más indicada según tus condiciones especiales. Si buscas mayor flexibilidad, el leasing inmobiliario es una opción atractiva. Por otro lado, el préstamo hipotecario es un producto muy conocido y la opción tradicional a la hora de acceder a un inmueble en propiedad.
