Llega el momento de estudiar y la motivación desaparece por arte de magia. ¿Te suena familiar? Nos pasa a todos y es totalmente normal. Sin embargo, estar motivados es clave para conseguir todo aquello que nos proponemos, incluso en lo que atañe a los estudios. Aunque no es fácil mantenernos motivados y enérgicos a la hora de estudiar, hay ciertos trucos que nos pueden ayudar a enfocarnos en lo realmente importante, a disfrutar del proceso y a gestionar mejor el tiempo que dedicamos a nuestra preparación académica. ¡Te descubrimos algunos de ellos!
La importancia de la motivación a la hora de estudiar
Dificultad para concentrarse, gestionar mal el tiempo, sentimientos de frustración…Todas estas sensaciones tocan a tu puerta cuando llega el momento de estudiar: la motivación ha desaparecido.
Lo primero que debes saber es que la motivación es el motor que nos permite llevar a cabo las actividades de nuestro día a día: salir a trabajar, hacer deporte, socializar, alimentarnos adecuadamente, dormir bien, estudiar…
En concreto, en el ámbito educativo la motivación es aquello que te dará la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo, dificultad o contratiempo. Ser ingenioso, resolutivo y creativo va de la mano de unas altas dosis de motivación. Así que, ¿por qué no prestarle la atención que se merece?
Si quieres comenzar a canalizar tu esfuerzo a la hora de estudiar, gestionar tu energía y tu conducta frente a los retos, el compromiso y las obligaciones que supone estudiar, sigue leyendo y toma nota de nuestras recomendaciones sobre cómo motivarse para estudiar.
5 consejos sobre cómo motivarse para estudiar
Establece metas y objetivos
¿Por qué estás invirtiendo tantas horas en esa carrera que decidiste estudiar? ¿Qué es aquello que quieres lograr? ¿Cuál es tu objetivo a medio y largo plazo? Podrías plantearte más preguntas y cuestionar tu futuro, pero lo realmente importante es actuar y hacerlo desde aquello que te inspira.
Para encontrar motivación, tienes que tener muy claro cuál es tu objetivo y cómo estudiar te ayudará a lograrlo. Teniendo en mente dónde quieres estar, vas a dejar de restarle importancia a los estudios. Piensa que la educación es tu mejor aliado y no tu peor enemigo.
Inspírate: busca el sitio adecuado para estudiar
¿La mayor parte del tiempo estudias desde casa? Si tu respuesta es sí, entonces este consejo te interesa. Crear un espacio inspirador y creativo es clave para motivarse. Dedica un sitio de tu casa para estudiar y asegúrate de equiparlo con todo lo que necesitas: una silla ergonómica, un escritorio cómodo, buena iluminación (si es natural mucho mejor), ventilación, etc.
¡Un espacio de estudio limpio y ordenado es fundamental para que no pierdas la motivación!
Planificación y organización
Nadie pretende que pases horas y horas estudiando. Dedicar tiempo a otras actividades es primordial para que, llegado el momento de estudiar, te lo tomes con la mejor filosofía.
Organiza todos tus asuntos pendientes (tareas, exámenes, presentaciones, etc.) y ordénalos según su prioridad. Establece un tiempo límite para culminar cada una de tus responsabilidades y no pierdas el foco. Cualquier distracción durante tu sesión de estudios puede hacerte perder más tiempo del necesario.
Evita las distracciones
Aleja cualquier agente distractor que pueda poner en peligro tu sesión de estudio. El móvil, la televisión, las redes sociales…Nada de esto ayuda cuando necesitamos enfocar nuestra energía y motivación en los estudios. Hacer que nuestra mente se disperse en actividades irrelevantes no contribuye a la concentración que necesitamos.
Toma pequeños descansos para recargarte y prémiate
Cuando notes que la energía se agota y que el cansancio te está absorbiendo, entonces es momento de parar. Realiza un descanso de 10 a 15 minutos. ¡No sientas culpa por ello! Además de merecerlo, es esencial para mantener un buen ritmo de estudio. Recuerda que también tienes derecho a recompensarte. Si consideras que has hecho un trabajo productivo, permítete un pequeño premio que te motive a seguir adelante: un capítulo de una serie de televisión, un momento de distracción en redes sociales, un paseo corto… cualquier cosa que te haga disfrutar.
¿Pones en práctica alguno de estos trucos? ¿Te cuesta estudiar y te hace falta motivación? Ahora que ya sabes cómo motivarte para estudiar, anímate a probar algunos de estos consejos y comienza a experimentar cambios positivos y pequeños progresos en tus jornadas de estudio. Si quieres conocer otras técnicas de estudio concretas, te recomendamos el post de «Las claves del Método Pomodoro«.
¿Estás listo? ¡A por ello!
