El Síndrome de Fibromialgia (SFM) es una patología crónica que se manifiesta con dos síntomas principales: el dolor crónico y el agotamiento profundo.
Esta enfermedad crónica no solo causa dolor, también es frecuente que se dé junto a otra sintomatología. Algunos de ellos son:
- Percepción de dolor en situaciones que no deberían serlo.
- Rigidez generalizada.
- Hormigueos en las manos.
- Sensación de hinchazón en las manos y pies.
Asimismo, existen otras enfermedades o situaciones que pueden estar relacionadas con el SFM. como:
- Fuerte dolor prolongado en la espalda o cuello.
- Estado de ánimo depresivo.
- Tiroides hipoactiva.
- Insomnio y trastornos del sueño.
- Síndrome de Fatiga Crónica.
- Enfermedad de Lyme.
Tratamientos y ejercicios contra el SFM y el Dolor Crónico
Realmente, la fibromialgia no cuenta con una cura definitiva, pero la ciencia sigue avanzando en su estudio. La única vía actual para afrontarla es el tratamiento para el dolor crónico, cuya máxima es, precisamente, la de mitigarlo para mejorar el nivel de vida de los que lo sufren.
Generalmente, las prescripciones se centran en alcanzar un estado de relajación en el que, en muchas ocasiones, se llega a conseguir que el cuerpo descanse y caiga en sueño profundo. No obstante, también es sabido que una persona afectada por esta enfermedad debe seguir ciertas indicaciones especiales:
- Evitar temperaturas extremas
- Estar en un entorno silencioso
- Evitar luces intensas
- Limitar el consumo de bebidas y sustancias estimulantes (tabaco, café, té)
A nivel médico y farmacéutico, la fibromialgia y el dolor crónico se afrontan con:
- Relajantes musculares: enfocados a la mejora del descanso del cuerpo.
- Medicamentos antidepresivos: además de evitar cuadros depresivos y de ansiedad por la propia enfermedad, buscan aumentar la serotonina en el cuerpo.
- Analgésicos: Siempre son recetados por el médico. Dependiendo del cuerpo, el caso y su estudio, son más o menos frecuentes y fuertes.
Fuente: Escuela de Posgrado de Medicina y Sanidad
