A través de los años mucho se ha especulado sobre un problema evidenciado en las aulas: el género es una variable que influye en el rendimiento matemático. Este tema ha marcado tanto el entorno escolar que se han llevado a cabo varios estudios con el objetivo de concluir qué es lo que realmente sucede en relación con la brecha de género que existe en las matemáticas.
Este debate ha tenido tanto alcance que incluso ha tocado las puertas del Gobierno. Por ello, se están tomando medidas con el objetivo de encontrar respuestas a todas las preguntas que surgen en relación con el tema y, posteriormente, implementar soluciones que contemplen todos los beneficios para los estudiantes.
Precisamente es el tema principal del artículo de hoy son los estudios de matemáticas y su relación con el género. Aquí, te contaremos en qué consiste esta cuestión, por qué ha surgido y cuáles son las conclusiones a las que han llegado los expertos en el tema. ¡Quédate y descúbrelo con nosotros!
La brecha de género en matemáticas
En las aulas de clase se ha generalizado una conducta que hace que la brecha de género sea más notoria en el proceso de aprendizaje. Según la mayoría de docentes, a las niñas (por norma general), les gustan menos las matemáticas.
Esta situación tiene un trasfondo que ha sido materia de muchos estudios. Hoy en día, las investigaciones sobre la problemática de género se han convertido en el pan de cada día, pues el objetivo común es reducir cualquier tipo de rechazo que se pueda presentar en diversos escenarios.
Varios de los estudios más importantes se han realizado con el propósito de valorar cómo de marcada es la brecha de género tanto en el aprendizaje como en el rendimiento matemático.
La metodología que se ha utilizado para los mimos se basa principalmente en el análisis de diversos ambientes escolares y las evidencias registradas en las bases de datos sobre los resultados de niños y niñas en las pruebas PISA.
El contexto de la situación
Es un hecho que la enseñanza de matemáticas representa un reto para los docentes de cualquier nivel educativo. Por este motivo, es importante resaltar todos los esfuerzos por parte de la comunidad educativa para desarrollar nuevas metodologías de estudio que estén alineadas con la situación social y pedagógica, teniendo en cuenta la individualidad de cada alumno.
No obstante, en lo que al estudio de género se refiere, existen diferencias muy marcadas en relación con la actitud de niños y niñas hacia las matemáticas, al igual que con el rendimiento en esta asignatura. Por ejemplo, varias investigaciones sólidas han demostrado que las alumnas presentan más actitudes negativas frente al aprendizaje de matemáticas en contraste con los chicos. Entre ellos el informe TIMSS (Trends in International Mathematics and Science Study), que mide el nivel de matemáticas y ciencias de los alumnos de 4.º de primaria de 58 países del mundo y evidencia una brecha de 15 puntos entre los niños y las niñas.
Y, si bien es cierto que la relación con las matemáticas es un asunto personal, las estadísticas evidencian que las niñas tienen una tendencia más marcada de rechazo a estos estudios. Esto se debe principalmente a que el estudio de esta asignatura les genera incomodidad, ansiedad y estrés, situaciones que se ven reflejadas en los resultados, donde, en algunos casos, se evidencia un rendimiento inferior al de los niños.
Cómo influye la autopercepción en la brecha de género
Uno de los aspectos que más se han hecho notar en los estudios es la autopercepción. Según las conclusiones de la investigación, las niñas sienten que su desempeño en matemáticas no es el mejor, mientras que los niños asumen todo lo contrario. Sin embargo, esta percepción no se corresponde completamente con las evidencias en las calificaciones, pues los resultados de las pruebas matemáticas muestran un desempeño similar para ambos sexos.
De cualquier manera, el tema de la autopercepción es un factor determinante que condiciona el camino que eligen los alumnos. Es decir, en su mayoría, las chicas que tienen una percepción negativa de sí mismas con respecto a las matemáticas, hace que enfoquen su vida profesional en otras áreas que no involucren esta materia.
Además, a día de hoy siguen muy presentes los estereotipos de género y, en consecuencia, una creencia muy arraigada de que las mujeres tienen una capacidad inferior para el aprendizaje matemático, con respecto a los hombres, debiendo destinar sus futuros profesionales a los servicios a la comunidad en diferentes ámbitos: enfermería, educación, gestión administrativa, etc.
El rol de Gobierno para afrontar esta problemática
En su preocupación por minimizar la brecha de género en las matemáticas, el Gobierno ha decidido implementar algunos cambios en la asignatura. Para comenzar, el Ministerio de Educación destaca la importancia de deshacerse de toda idea que denote discriminación de género en cualquier ámbito, especialmente en el académico.
Asimismo, otro de los aspectos a potenciar es la inteligencia emocional. Con ello, el objetivo es amenizar el ambiente de estudio, potencializar las habilidades de los alumnos y fomentar el trabajo colaborativo e inclusivo, sin ningún tipo de discriminación.
De cualquier manera, de ahora en adelante el trabajo se enfoca en derrumbar todos los mitos y falsas creencias que existen en relación con el género, para dar paso a nuevas oportunidades basadas en la equidad y libres de discriminación.
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