¿Cuántas veces has tenido ganas de arrancar a llorar en plena época de exámenes? ¿Y cuántas veces te has reprimido por no estar en el lugar adecuado? La Universidad de Utah ha puesto fin a este tipo de situaciones con una iniciativa del todo singular: instalar un armario para llorar en la biblioteca. El cry closet, tal y como es conocido en el centro, ha sido diseñado por el alumno Nemo Miller, que lo ideó pensando en los meses de más tensión académica. Así, los estudiantes pueden entrar en el armario durante 10 minutos y aprovechar el rato para descansar o desahogarse. Pero nada de poner excusas para perder el tiempo. De hecho, el cry closet tiene unas normas de funcionamiento bastante estrictas. Por ejemplo, los estudiantes deben tocar a la puerta antes de entrar, no pueden descansar más de 10 minutos y tienen que cerrar la puerta una vez han utilizado el servicio. Además, cada persona debe entrar en el cry closet a solas. Afortunadamente, los usuarios disponen de peluches para acariciarlos durante el break.
La iniciativa ha sido acogida con entusiasmo (pero también con asombro) por la comunidad universitaria. Kristine Slade, activista por los derechos de los estudiantes, se muestra receptiva ante este espacio de descanso: «Es una buena idea, ya que muchos estudiantes deben lidiar a diario con la ansiedad y el estrés. Estas sensaciones desagradables aumentan durante el fin de curso o los exámenes», explica Kristine. Es más, algunos estudiantes sugieren que se habilite más de un armario, porque los usuarios se han acostumbrado a utilizarlo y se impacientan cuando está ocupado. ¡Señal de que ha sido un éxito! ¿Y tú? ¿Qué recursos utilizabas para rebajar el estrés durante las evaluaciones? ¿Te hubiera gustado disponer de un cry closet? ¡Comparte tu experiencia con nosotros en un comentario!
¿Qué nos enseña la historia del armario para llorar?
- Romper el tabú sobre el estrés y la ansiedad. Iniciativas como esta demuestran que el estrés y la ansiedad afectan a muchísimas personas. De hecho, este tipo de bloqueos suelen aparecer aún con más frecuencia cuando trabajamos bajo presión. Por ejemplo, en época de exámenes. ¿Cómo combatir el estrés y la ansiedad? Pues existen diversas opciones: por un lado, podemos iniciar un tratamiento psicológico; por el otro, podemos apuntarnos a cursos de relajación, de ioga, de Pilates, etc. También puede ser útil recurrir a un curso de técnicas de estudio: si estudiamos mejor, nos estresaremos menos.
- Estudiar en la biblioteca, pero también descansar. No hay estudio fructífero sin la pausa de rigor para coger fuerzas. Y si las bibliotecas son, precisamente, un espacio de estudio también deben tener en cuenta este aspecto. Por ejemplo, habilitando espacios para tomar el aire o para ingerir un pequeño tentempié.
- Establecer normas para garantizar un buen uso. Sin duda, la iniciativa del cry closet es original e innovadora, pero el riesgo de hacer un mal uso del armario sería bastante más elevado sin normas. Además, el hecho de restringir el tiempo de uso facilita que todos los estudiantes tengan acceso al servicio.
Fuente: Evening Standard
