¿Sabías que existe otro tipo de enfermería además de que la asociamos con los centros a los que acudimos para recibir tratamientos para problemas de salud?
La enfermería comunitaria agrupa a aquellas enfermeras que trabajan con una mentalidad más preventiva, centrándose en cómo mejorar la vida de las personas en sus comunidades antes de que aparezcan los problemas de salud.
Si trabajar para mejorar la salud y el bienestar general de una comunidad es un campo que te interesa, esto es lo que debes saber sobre este tipo de enfermería.
Las enfermeras de salud comunitaria trabajan dentro de las comunidades en una variedad de capacidades. Hay muchos problemas relacionados con la salud que afectan a las comunidades, desde enfermedades comunes hasta la falta de recursos que pueden ayudar a las personas a llevar una vida más sana y mejor.
Este tipo de enfermería es muy importante para muchas comunidades, ya que hay muchas personas que no pueden acceder a muchos recursos comunes para gestionar su salud, como el seguro, el transporte o el conocimiento de lo que necesitan.
También hay muchos problemas de salud que se previenen mejor mediante la educación y los programas dentro de la comunidad, como las enfermedades de transmisión sexual, la obesidad, el abuso de sustancias y los embarazos de adolescentes.
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¿Qué hace una enfermera comunitaria?
Este tipo de enfermeras se centran en mejorar la salud de comunidades específicas y de los individuos que forman parte de ellas. Pueden trabajar sobre todo de persona a persona, o pueden participar en la elaboración de políticas, la educación y la divulgación.
Dependiendo del trabajo, las enfermeras comunitarias pueden tener alguna de las siguientes funciones y responsabilidades:
- Administrar vacunas
- Distribuir información sanitaria sobre temas relevantes, como las enfermedades de transmisión sexual y el abuso de sustancias
- Participar en la atención preventiva de los pacientes
- Dirigir a las poblaciones de riesgo a los servicios sociales
- Educar en talleres, conferencias y clases
- Llevar a cabo investigaciones
- Tratar directamente a los pacientes mediante exámenes médicos.
Beneficios de ser una enfermera comunitaria
1. Es una función variada
Las enfermeras comunitarias tienen que ser capaces de adaptarse a una gran variedad de lugares de trabajo, ya sea cuidando a un paciente anciano que no puede salir de su casa o atendiendo a pacientes con problemas variados en un entorno de medicina general, todo ello sin los recursos de un entorno hospitalario.
Si buscas más variedad de la que puede ofrecerte el trabajo en un hospital, merece la pena estudiar la enfermería comunitaria.
2. Trabajas para una causa social
Las enfermeras que trabajan en la comunidad ayudan a las personas a vivir lo más posible en la comodidad de su hogar y no en el interior de un hospital, lo cual es igualmente beneficioso para el paciente y sus seres queridos.
Al trabajar con los mismos pacientes con regularidad, puedes establecer una relación más personal y un mayor apoyo asistencial que si estuvieran en una sala en la que probablemente serían atendidos por varios enfermeros diferentes.
3. Enseñas a las personas a ser más independientes
Uno de los aspectos más gratificantes de ser enfermera comunitaria es ayudar a los que reciben cuidados en casa a mantener su independencia en la medida de lo posible. Los pacientes atendidos en el hogar siguen teniendo un nivel de independencia que no les permitiría estar en un entorno hospitalario.
Al ayudar a los pacientes a sentirse más cómodos en su propio espacio vital, también se crea confianza y una relación más estrecha entre la enfermera y el paciente.
