Cuando pronunciamos la frase «este niño es muy inteligente» podemos trasmitir muchos mensajes a la vez. ¿Qué sabe hacer el niño? ¿En qué ámbitos destaca? ¿Por qué sus capacidades son valoradas por la sociedad? Aunque tradicionalmente la inteligencia se ha asociado a dos actividades muy distintas (escribir y calcular) este concepto ha ampliado horizontes.
De hecho, la inteligencia emocional es una de las habilidades que, actualmente, despierta más interés por parte de los investigadores. Sea como sea, no hay una única manera de destacar. Sin embargo, conviene que el sistema educativo potencie las inteligencias múltiples con alternativas pedagógicas. Por ejemplo, el aprendizaje cooperativo o el aprendizaje a través de problemas. ¿Y tú? ¿Con qué tipo de inteligencia te identificas?
Inteligencia múltiple: los 8 tipos de inteligencia
- Inteligencia lingüístico-verbal. Según Prieto y Ballester es “la capacidad para manejar y estructurar los significados y las funciones de las palabras y del lenguaje”. Ha sido el tipo de inteligencia más potenciado por la escuela tradicional, juntamente con la lógico-matemática. Las habilidades vinculadas a la inteligencia lingüístico-verbal son leer, escribir, comprender significados y hablar.
- Inteligencia lógico-matemática. En palabras de Gardner, es la era “la capacidad de analizar problemas de una manera lógica, de llevar a cabo operaciones matemáticas y de realizar investigaciones de una manera científica”. Aquí se incluyen actividades como calcular, formular hipótesis, razonar o usar conceptos abstractos.
- Inteligencia musical. El propio Gardner la describió como “capacidad de interpretar, componer y apreciar pautas musicales”. Desde hace un tiempo, la idea de talento se complementa con este tipo de inteligencia, que permite captar el ritmo, el tono, el timbre y expresarse usando música.
- Inteligencia múltiple kinestésica-corporal. En este caso, se trata de saber utilizar el cuerpo para relacionarse con el entorno y sacarle el máximo partido creativo. Por ejemplo, bailando, haciendo deporte, practicando la mímica, etc.
- Inteligencia visual-espacial. Si eres de los que se orienta a la primera, tu inteligencia visual-espacial debe de estar en plena forma. Este tipo de capacidades permite, por ejemplo, la discriminación de imágenes.
- Inteligencia intrapersonal. También conocida como inteligencia emocional. Consiste en saber identificar las emociones y los deseos para orientar la propia conducta. Así pues, permite cultivar la autorreflexión, la metacognición, y la autopercepción.
- Inteligencia múltiple interpersonal. Se trata de la habilidad de saber observar y entender los temperamentos, disposiciones y las motivaciones ajenas para crear y mantener relaciones.
- Inteligencia naturalista. La capacidad para observar y comprender el mundo natural también es un tipo de inteligencia. La ejercitamos cuando planteamos y comprobamos hipótesis relacionadas con la naturaleza.
