El rol de la inteligencia artificial (IA) de cara al futuro está cada vez más enfocado al desarrollo de herramientas inteligentes. Reconocedores de voz y faciales ya están entre nosotros, pero esta tecnología no se agota solo ahí, el desarrollo de las smartcities representan ya un desarrollo importante en este respecto. La incorporación de las TIC, tecnologías de la información y la comunicación al servicio de los ciudadanos ha sido la vuelta de tuerca que se ha estado gestando desde hace unos años y ha posibilitado, entre otras cosas, una mayor eficiencia energética en las áreas urbanas.
La aplicación de la Inteligencia Artificial en las ciudades ha significado revaluar las necesidades del ciudadano con una mirada integral en donde la intención de mejorar la gestión y potenciar la optimización de recursos se ha vuelvo el centro de la discusión. Por ello hoy vemos cuáles son las incidencias de la tecnología sobre la consecución de urbes más eficientes.
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La inteligencia artificial aplicada en el entorno urbano
Por inteligencia artificial nos referimos al tipo de tecnología que logra emular algunas características asociadas a la inteligencia humana como el reconocimiento de palabras, imágenes y lenguas, extraer ideas de datos e, incluso, tomar decisiones.
En el ámbito urbano, la inteligencia computacional puede emplearse para obtener una mejor administración de los recursos según el ámbito. La IA, valiéndose del IoT (Internet de las cosas) puede prever, entre otras cosas, áreas conflictivas, mejorar la seguridad pública en situaciones de emergencia mediante toma de decisiones. Al mismo tiempo, resulta efectiva para conseguir datos de tráfico en tiempo real y así descongestionar zonas específicas, facilitando la movilidad ciudadana.
Si aplicamos la inteligencia computacional en el ámbito urbano, obtenemos una mejor administración de los recursos en distintos ámbitos. Con los datos que, el Internet de las Cosas (IoT) proporciona, la IA prevé, por ejemplo, áreas conflictivas. O, también, mejora la seguridad pública gracias a la toma de medidas durante situaciones de emergencia. Asimismo, la inteligencia artificial es efectiva para obtener datos de tráfico en tiempo real. Una información muy útil para descongestionar zonas determinadas y facilitar la movilidad a los ciudadanos.
Inteligencia computacional enfocada a la eficiencia energética
Uno de los mayores desafíos de las ciudades modernas es volverse energéticamente sustentables, pues, a día de hoy, son consumidoras agresivas de energía. Para mejorar esta situación, muchas urbes utilizan tecnologías para volverse más eficientes en el almacenamiento y en las diferentes etapas de su distribución. Los datos que esta tecnología utiliza ayudan a mejorar su gestión. Veamos algunos de los muchos beneficios que trae la IA aplicada a la energía:
- La inteligencia artificial permite identificar comportamientos de consumo y a corregir malas costumbres por parte de la ciudadanía.
- Monitoriza el consumo de energía para predecir cortes accidentales de sumistro y poder prevenirlos.
- Las empresas reducen su consumo de electricidad y, esto, también es una ventaja que beneficia a las ciudades en general. Compañías como Google, por ejemplo, ya se han sumado al compromiso energético. Gracias a algoritmos de aprendizaje automático, reducen entre un 15% y un 40% de energía.
- Gracias a la IA, el transporte público puede aumentar la seguridad y la eficiencia de las redes en autobuses, tranvías, metros.
Fuente: Select Business School
