Que estudiar idiomas abre puertas, especialmente en el ámbito profesional, no es nada nuevo. Todos estamos de acuerdo en que conocer varias lenguas nos enriquece personal y culturalmente, además de darnos acceso a un abanico más amplio de conocimientos y de brindarnos más oportunidades laborales.
Hasta ahora el debate giraba en torno a cuándo y cómo aprender estas lenguas para que no interfiriese en el proceso de aprendizaje, sobre todo, de los niños. La cuestión era: bilingüismo, ¿una ventaja o un problema?