El final de la carrera universitaria no equivale al final de la vida académica. De hecho, cada vez son más las personas que deciden alargar sus estudios más allá de un grado. La sociedad de hoy en día exige profesionales muy cualificados, por eso es especialmente importante no dejar nunca de formarse. Cuando acabamos la carrera, como en cualquier etapa de cambios, es normal que se nos planteen diversas dudas. Si acabas de obtener tu título de graduado y no tienes claro qué estudiar, en este post te ayudamos a aclararte.
Estudiar un máster
Los estudios universitarios de grado también son conocidos como estudios de primer ciclo. Una vez terminados, la primera opción que nos viene a la cabeza es iniciar el segundo ciclo. En otras palabras: matricularnos a un máster. Los másteres son un tipo de enseñanza superior cuyo objetivo es dotar al estudiante de conocimientos especializados. A su vez, los másteres acercan a los alumnos a demandas específicas del mercado laboral.
El segundo ciclo tiene una duración inferior a los grados universitarios. Mientras que las carreras actuales suelen alargarse cuatro años (240 créditos ECTS), los másteres se acaban en uno o dos (entre 60 y 120 créditos ECTS). Además, los métodos de evaluación están pensados para universitarios expertos. En este sentido, es básico aprender a aplicar los conocimientos o adquirir pensamiento crítico.
Antes de empezar un máster debes tener claros los siguientes aspectos:
- La oferta de másteres presenciales y másteres a distancia.
- La diferencia entre un título oficial y un título propio.
- Los requisitos previos de acceso al máster (grado, nota de expediente, nivel de idiomas, etc.)
- Las becas disponibles para financiar tus estudios.
Ten en cuenta que muy a menudo los coordinadores del máster quieren conocer mejor a sus candidatos. Si quieres ser aceptado sin dudas, debes estar preparado para:
- Redactar una buena carta de motivación.
- Diseñar un currículum vitae que resalte tus cualidades.
- Afrontar una entrevista personal (presencial o en línea) con los responsables del título.
Aunque estos requisitos no son siempre necesarios, es recomendable que los tengas en cuenta. Si no te hacen falta ahora, más adelante te serán útiles para mejorar tu empleabilidad.
Cursar una segunda carrera
Si ya has terminado un grado, ¿quién mejor que tú para empezar otro? Ya conoces el mundo universitario, sabes qué volumen de trabajo implica una carrera, tienes experiencia a la hora de organizarte… No obstante, es recomendable que antes de tomar una decisión contestes estas preguntas:
- ¿Prefiero la modalidad presencial o a distancia?
- ¿Voy a estudiar a tiempo parcial o a tiempo completo?
- ¿Quiero seguir en el mismo ámbito de estudio de mi primer grado?
- ¿Me apetece estudiar algo completamente distinto?
Como ves, tener experiencia suma, pero también te permite empezar desde cero. ¿Por qué no empezar un grado diferente a tu formación actual? Tampoco el trabajo es una excusa. Cada vez hay más opciones para compaginar los estudios con las obligaciones del día a día, sea presencialmente o a distancia.
Mejorar los estudios de idiomas
¿Cuántas veces te has repetido que debes mejorar tu nivel de idiomas? ¿Empezaste hace unos años y necesitas reciclarte? ¿Quieres aprender una lengua extrajera y no te acabas de decidir? El final de carrera es un buen momento para dedicarte a las asignaturas pendientes. Como ya sabes, los idiomas son una pieza imprescindible de nuestra formación: no solo los necesitamos para acceder a estudios superiores, sino que en muchos trabajos se nos exige que seamos plurilingües.
Una buena opción es emplear todo un año al estudio de idiomas. La dedicación intensiva y la obtención de algún título que acredite tus conocimientos mejorarán tu currículum. Sin embargo, si ya tienes pensado empezar un máster o un grado, también es posible combinar los idiomas con otros estudios. La amplia oferta de cursos a distancia te lo pone más fácil. Consulta la oferta de Emagister en idiomas y ponte manos a la obra.
Lo más difícil ya está hecho. Con el título de graduado en el bolsillo, todo son posibilidades. ¡Solo tienes que decidir cuál te interesa más!
