Los juegos de velocidad son la actividad ideal para encontrar diversión y pasar un momento agradable, aunque, en realidad, van más allá del mero entretenimiento. En general, es muy frecuente que las actividades de este tipo se utilicen en contextos educativos, pues contribuyen con el desarrollo de habilidades como la coordinación, la motricidad, el trabajo en equipo, entre otras.
Si te interesa conocer más acerca de los beneficios que ofrecen estas actividades, en el artículo de hoy te contamos en detalle de qué se tratan los juegos de velocidad y cuáles son los más populares para implementarlos con los pequeños. O si quieres convertirte en monitor infantil, el centro educativo Formainfancia European School tiene disponible para ti una amplia oferta de cursos de ocio y tiempo libre que te permitirán prepararte profesionalmente en este campo.
¿Qué son los juegos de velocidad?
Los juegos de velocidad son actividades que se enfocan en el desarrollo de pruebas de rapidez. Pueden ser una muy buena opción para contribuir con el desarrollo de físico y mental de los niños. En general, practicar este tipo de actividades estimula aptitudes como la fuerza, la agilidad, el esfuerzo, y muchas otras habilidades, tanto físicas como mentales.
Beneficios de los juegos de velocidad
Actividades como las carreras y otras competencias favorecen en gran medida el desarrollo infantil. A continuación, te contamos cuáles son los principales beneficios de los juegos de velocidad:
- Aumentan la resistencia y la fuerza.
- Ayudan a mantener el sistema respiratorio y cardiovascular en óptimas condiciones.
- Mejoran los tiempos de reacción a los estímulos externos.
- Promueven el desarrollo de la coordinación psicomotora.
- Contribuyen con la tonificación muscular.
- Favorecen el desarrollo de habilidades para el ejercicio.
Juegos de velocidad más populares
Los juegos de velocidad son herramientas muy útiles, tanto para padres de familia como para monitores infantiles y educadores físicos. A continuación, te contamos cuáles son las actividades ideales para ofrecer un rato de diversión y educación a los pequeños:
- Carrera de sacos
Uno de los juegos tradicionales más populares es la carrera de sacos. En esta actividad, cada niño debe ponerse un saco hasta la cadera y desplazarse saltando hasta la meta; al hacerlo, estará coordinando movimientos y equilibrio.
Esta actividad es recomendable para niños a partir de los siete años, y es necesario contar con al menos dos participantes.
- Competencias en pareja
La idea de este juego es formar parejas y atar a los dos niños; de esta manera, tendrán que avanzar en la carrera coordinando movimientos entre los dos hasta llegar a la meta. Este tipo de actividades ayudan a promover habilidades como la agilidad, la coordinación y, principalmente, el trabajo en equipo.
- Carreras de obstáculos
Este juego es una actividad con un nivel de dificultad un poco mayor. Aquí, es necesario hacer uso de habilidades tanto físicas como mentales, pues además de la velocidad, se requiere de una gran agilidad mental, así que, puede aportar grandes beneficios para el desarrollo de los niños.
- Las cuatro esquinas
Para este juego se deben formar cinco grupos con el mismo número de integrantes. En la pista deberá dibujarse un cuadrado grande; cuatro equipos se deben ubicar en cada una de las esquinas y el último en la mitad del cuadrado. La idea es que cuando el profesor dé la señal, los equipos busquen una esquina donde ubicarse, porque el que quede en el medio perderá. Esta actividad es perfecta para desarrollar las habilidades necesarias para el trabajo en equipo.
- Carrera de cubos
Este juego es muy parecido a la carrera de sacos, porque también se desarrolla por grupos, pero la diferencia es que se utilizan dos cubos (uno de ellos lleno de agua hasta la mitad y el otro completamente vacío). La idea es que el primer equipo se dirija hasta el lugar donde se encuentran los cubos y pasen el agua de uno a otro para luego llevar el cubo que está lleno al siguiente. El ganador será el equipo que logre tener primero el cubo más lleno de agua.
Otros juegos de educación física
En el área de la educación física existen muchas otras actividades alternativas que contribuyen al desarrollo de diversas aptitudes, habilidades y valores indispensables para la vida de los niños. Por ejemplo, a nivel físico, este tipo de actividades ayudan a fortalecer el sistema muscular y promueven el desarrollo de habilidades motrices; además, fomentan el gusto por la actividad física mientras que disminuyen el sedentarismo y, por consiguiente, el sobrepeso y la obesidad en los niños.
Ahora, te daremos algunos ejemplos de los juegos de educación física más divertidos y provechosos para los pequeños:
- El guardián
Este clásico juego es una de las actividades más divertidas en educación física; ayuda a promover la agilidad y la motricidad. El requisito más importante para jugar “el guardián” es la participación de muchos integrantes.
Para empezar, hay que organizar a los niños por grupos y ubicarlos en las esquinas del área de juego, y un grupo más en medio de la pista, que serían los guardianes. Posteriormente, el monitor dará una señal: “los guardianes habían terminado su trabajo cuando (menciona algún animal) los caballos escaparon”. En ese momento, la idea es que los niños traten de llegar a otro “corral”.
Los niños deben imitar el sonido y los movimientos de los animales y evitar que los guardianes los atrapen.
- Transporte de conos
Para empezar, hay que formar grupos de dos a cinco integrantes y, cada uno de ellos, deberá tener un cono en su cabeza. Cuando estén todos listos, los niños tendrán que abrazarse entre ellos y llevar el cono al otro extremo de la pista sin que se caiga y sin soltarse de sus compañeros. El ganador será quien logre llegar a la meta con todos los conos en la cabeza.
Con este juego los niños trabajarán la coordinación y aprenderán acerca de la importancia del trabajo en equipo.
- El pañuelo
Cuando de agilidad mental y velocidad se trata, “el pañuelo” es el juego ideal. En este caso, hay que crear dos equipos con el mismo número de integrantes; cada uno estará ubicado en un extremo de la pista, mientras que el árbitro se sitúa en el centro con un pañuelo en la mano. Cuando todos los participantes se encuentren listos, el árbitro dirá un número, entonces, los niños que tengan ese número, deberán correr a coger el pañuelo. El niño que no alcance a hacerlo debe perseguir a su rival hasta que llegue a su área. Quien no logre conseguir el pañuelo quedará eliminado de la competencia. Cada carrera representa un punto, de manera que el ganador será el equipo que más puntos sume al final de la competencia.
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