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Cómo preparar un examen oral y superarlo con éxito

Las pruebas orales eran, hasta hace pocos años, el plato fuerte de los exámenes de idiomas. Durante la evaluación, había que demostrar a toda costa que habíamos adquirido determinadas competencias lingüísticas. En otras palabras, en clase de inglés tocaba acreditar que sabíamos hacer una estructura en present continuous y en clase de francés que nos habíamos estudiado a concencia el passé composé. Aunque este tipo de examen sigue siendo fundamental en el aprendizaje de lenguas extranjeras, su uso se ha expandido a otros ámbitos del saber. De hecho, hay países europeos (como es el caso de Italia) que dan mucha importancia a las habilidades comunicativas habladas. Por este motivo, a partir de la aplicación del plan Bolonia, el examen oral está ganando presencia en las universidades españolas.

Pero, ¿cuáles son las ventajas de hacer una prueba oral? Para empezar, este sistema trabaja la capacidad de argumentación y la seguridad personal del alumno. Además, fomenta la interacción y la habilidad para generar un discurso en poco tiempo. Todas estas competencias ayudarán al estudiante a desenvolverse con mayor autonomía en el mundo laboral. Es más, también pueden serle muy útiles en los retos académicos del futuro (por ejemplo, unas oposiciones). En definitiva, se trata de hacer un cambio de chip y olvidarse de memorizar sin aprender nada. ¿Tienes un examen oral en pocos días y no sabes por dónde empezar? ¡No te pierdas estos cinco consejos!

5 consejos para no achicarse ante un examen oral

  1. Recuerda que el estudio es igual de importante. Aunque la manera de exponer los contenidos sea diferente, debes tomarte este reto en serio. Tal y como lo harías con un examen escrito. Es decir, prepara los temas, piensa cómo vas a ordenar la exposición, házte resúmenes, etc. Antes de pasar a escena, hay que asimilar bien los contenidos.
  2. Practica en casa. En otras palabras: evalúate a ti mismo. Poner en práctica en el discurso, te ayudará a saber qué partes están más descompensadas y en qué momentos corres el riesgo de ponerte nervioso. Una idea: grábate para observar con detalle el cuerpo y la voz.
  3. Pide asesoramiento sobre cómo hablar en público. Si notas un cierto pánico a hablar en público, puedes plantearte hacer un curso para perder el miedo escénico. Este tipo de formaciones son muy útiles para dominar el lenguaje no verbal. ¡Todo el cuerpo interviene en la emisión de un mensaje!
  4. No tengas prisa. Intenta mantener una actitud segura y relajada. Eso sí, no te olvides de demostrar tu interés en la conversación. Para superar el examen con éxito, es fundamental tener claro lo que vamos a decir, pero también lo es meditar las respuestas. Tómate tu tiempo para responder a las preguntas. Dudar es una acción imprescindible en cualquier aprendizaje.
  5. No te avergüences de los nervios. ¿Notas que se te comen los nervios? Pues tranquilo, porque no eres el primero ni el último. Una buena fórmula para reducir la angustia es comunicar al público que este tipo de situaciones te generan estrés. Verbalizar tus miedos te quitará un peso de encima y generará un ambiente más empático.

¿Y tú? ¿Qué trucos utilizas para hablar en público? Puedes compartirlos con nosotros en un comentario.

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