La coeducación es una de las bases para lograr una mayor igualdad de género. Es un sistema de intervención educativa que busca la supresión de estereotipos. En este aspecto, es imprescindible que las instituciones educativos (además de los familiares y el entorno) negocien estrategias que ayuden a favorecer la igualdad real. Tanto en el aula como en la sociedad, los educadores se deben comprometer para ayudar a la disposición de situaciones de discriminación sexista.
¿Qué es la coeducación?
Según la RAE (Real Academia Española), la coeducación es el «acto de instruir en una misma aula y con un idéntico sistema educativo a alumnos de uno y otro sexo». Es decir, coeducar significa fomentar la igualdad de género y acabar con los estereotipos de sexo.
Es básico que tanto padres como profesores se den cuenta de la realidad y traten de transformarla entre todos. Se desea un modelo educativo que sea inclusivo y que dé una mayor transparencia a la mujer en la historia, en las ciencias, por ejemplo. También es relevante dejar que los niños y las niñas escojan libremente a lo que quieren jugar. Independientemente de su sexo y de los estereotipos que ha establecido la sociedad, cada uno debe poder disfrutar de sus pasiones, sea cual sea su sexo. También, hay que educarlos en gestión emocional. De esta manera, tanto niños como niñas puedan exteriorizar sus emociones, sin que ellos experimenten que llorar es un síntoma de debilidad o que ellas se vean como más vulnerables simplemente porque son mujeres.
Indicaciones para educar en igualdad real
Varios estudios explican cómo se desarrollan los estereotipos de género durante la infancia y qué indicaciones hay que seguir para que esto no suceda. Y es que, según algunas investigaciones difundidas en la revista Science, a partir de los 6 años, las niñas empiezan a sentirse menos inteligentes que los niños. Una sensación que influye en las decisiones alrededor de su futuro profesional. Para transformar esta situación, hay indicaciones concretas que promueven la coeducación que deben adoptar tanto padres como educadores. Estas son algunas de ellas:
- Modelo educativo inclusivo
Es imprescindible incluir la igualdad de niñas y niños en el modelo educativo del centro y en la distribución de funciones y lugares. También, se debe promover el juego desde un punto de vista neutral y hacer del aula un sitio más coeducativo.
Cambio de funciones
Hay que evitar diferenciar funciones y colores por sexo y el papel que se da a conocer en los trabajos en equipo, por ejemplo. La idea es potenciar el cambio de funciones en distintas actuaciones.
- Igualdad en las labores domésticas
Promover el compromiso tanto de niñas como de niños en la realización de las labores domésticas para ayudar a la igualdad en este sector es otra de las prácticas para coeducar. Educadores y familias deben eludir tratar a niños y niñas con distinciones, según su género. Las distribución de responsabilidades y el cumplimiento de labores se designarán de forma igualitaria.
- Fomentar un lenguaje no sexista
Repasar el lenguaje oral y escrito es uno de los fundamentos de la coeducación. La forma de comunicarse es una manera de transmisión de valores. En este aspecto, se debe optar por un lenguaje no sexista para evitar la discriminación al sexo femenino. También, es básico eludir hacer comentarios sexistas que fortalezcan estereotipos de género.
Por otro lado, escoger materiales escolares y proyectos educativos no sexistas es capital. Los contenidos deben promover los valores de igualdad entre sexos.
- Formar a las familias
También hay que formar a las familias en indicaciones de coeducación e incorporarles medios para usarlos también en casa, evitándose también las conductas sexistas en el hogar. Proporcionar a los padres de estos instrumentos hará que no supediten los intereses de sus hijos e hijas según su sexo. La familia debe comenzar a educar en igualdad y la escuela, mejorar con esta finalidad.
- Concienciar desde la infancia
Otra indicación a seguir es preparar tareas que conciencien a los niños y niñas de la desigualdad de género. Un ejemplo de ello es ver el trato sexista que se da en la publicidad o en los medios de comunicación.
Recursos para coeducar en la infancia
La coeducación consiste en promover la elección libre de los niños y niñas, según sus gustos personales y no en base a los estereotipos marcados por la sociedad.
Para estar cada vez más cerca de una realidad de igualdad real entre hombres y mujeres, las aulas deben tomar la iniciativa en este sentido y aplicar recursos que acaben con los estereotipos y la discriminación sexual. Estos son algunos de los instrumentos que los educadores pueden usar para continuar con el cambio:
- Usar la literatura infantil como un medio para romper con funciones preestablecidas. Hay distintos cuentos que acaban con la idea de que los príncipes azules salvan a las princesas, y son ellas las que luchan y se defienden. Todo este material literario puede analizarse en clase para impulsar la igualdad de género.
- También se puede tirar de recursos audiovisuales para tratar el tema en la escuela. En YouTube hay distintos vídeos que ayudarán a los niños a comprender mejor el concepto de igualdad.
- Es remarcable que los educadores promuevan actividades en las que, por ejemplo, se analice el sector profesional desde la perspectiva de género y que los niños y adolescentes puedan ser conscientes de las desigualdades que existen en el mercado laboral.
- A nivel más general, los profesores pueden encontrar guías didácticas de utilidad que dan a conocer los organismos educativos nacionales e internacionales.
- Otra alternativa es realizar talleres, concursos y otras actividades lúdicas que fortalezcan la no discriminación sexual.
- La formación continua en temas de coeducación es clave para que los profesores eduquen en igualdad en el aula. Si eres docente, existen varios cursos concretos con los que puedes ampliar los conocimientos en este sector. Así, podrás fomentar buenas prácticas que impulsen la igualdad entre sexos desde la primera infancia.
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