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Cómo sobrevivir a un periodo de prácticas en verano

prácticas en verano

Las prácticas externas son una oportunidad de oro para aplicar nuestros conocimientos antes de entrar definitivamente en el mundo laboral. Son muchos los mitos que circulan sobre los becarios, pero a la hora de la verdad estas estancias fuera del centro educativo se suelen recordar como una época de aprendizaje constante. De hecho, las prácticas externas se incluyen varios eslabones del sistema educativo: ciclos formativos, carreras universitariasmásters, etc. Es más, incluso hay algunos centros que permiten formarse en una empresa durante el Bachillerato.

En todo caso, siempre hay que distinguir entre las prácticas curriculares (cuentan como una asignatura más en nuestra titulación) y las no curriculares (son una actividad voluntaria por parte del estudiante). Otro factor a tener en cuenta es una posible remuneración: algunas cubren los costes de desplazamiento o pagan una pequeña cantidad económica al estudiante. Sea como sea, las prácticas suelen generar sentimientos contradictorios: por una parte, despiertan la ilusión de una nueva etapa; por otra, crean incertidumbre.

Pero, ¿qué pasa cuando hay que realizar las prácticas en verano? ¿Cómo afrontar nuestras primeras vacaciones académicas con actividad en el mundo empresarial? Como debes de imaginar, no siempre es fácil mantener la motivación cuando la mayoría de los compañeros se toma unas semanas de descanso. Por este motivo, en Emagister te presentamos 5 consejos para afrontar el reto con la actitud adecuada. ¡Tú puedes!

5 tips para superar las prácticas de verano con buena nota

  1. Valora las posibilidades de permanencia. Algunas empresas ven en los estudiantes en prácticas trabajadores potenciales a los que contratar en el futuro. Así pues, si te interesa seguir realizando estas tareas postúlate como candidato y demuestra lo que sabes hacer. La falta de experiencia no es ningún handicap: ¡puedes suplirla con atención y ganas de aprender!
  2. Aprovecha para tejer una buena red de contactos. Aunque no te quedes en la empresa, las prácticas también son una buena oportunidad para conocer a especialistas de tu sector profesional. Quizá ellos puedan recomendarte a otras entidades o tenerte en cuenta para futuras colaboraciones. Prepara la agenda y no tengas miedo de presentarte ante la gente nueva.
  3. Intenta hacer amistades. No todo es trabajo en el trabajo. A menudo habrás oído decir que hay que separar el empleo de la vida personal…. Sin embargo, el ser humano es un animal social que inicia relaciones allí donde va. En otras palabras, pueden surgir amistades (y muy duraderas) que te hagan disfrutar más del periodo de prácticas.
  4. Nutre tu currículum vitae. ¿Estás harto de ver un espacio en blanco en la experiencia laboral de tu CV? Pues tómate el verano como una prórroga y pon todas tus energías en la parrilla para crear un perfil profesional atractivo. Cuando finalices las prácticas, te sentirás mucho mejor y encontrarás más momentos para descansar.
  5. Potencia el ocio en los ratos libres. Si no puedes plantearte unas vacaciones de larga duración, no te obsesiones. La clave para rendir está en buscar alternativas agradables y factibles. Por ejemplo, aprovechar la jornada intensiva para ir a la playa por las tardes o planear pequeñas escapadas de fines de semana. ¡Tú eliges!

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