Con la noticia del cambio promovido por el Gobierno español en el sistema de carreras universitarias (tres años de grado + dos de máster) volvieron a aparecer las dudas respecto de la forma en que se introducen modificaciones al sistema educativo español sin dar casi tiempo a que demuestren su eficacia o inutilidad.
Por otra parte, los informes PISA, que evalúan el rendimiento académico en primaria y secundaria, arrojan cada año resultados por debajo de la media de la OCDE, y eso preocupa a progenitores, maestros y ministros.
A continuación, señalamos algunos puntos conflictivos del sistema educativo español, de acuerdo con los criterios de calidad establecidos por la UNESCO.
Los estudiantes
Para la UNESCO, solo si los estudiantes están sanos y motivados se puede hablar de una educación de calidad. Si bien España alcanza casi el 100 % de niños en edad escolar matriculados, según señala el informe de Save the children, Iluminando el futuro, la deserción escolar temprana duplica la media europea (23,5 % contra el 12 %). Además, el gasto medio por hogar en educación se ha incrementado un 30,3 % desde 2006 hasta 2013, mientras que los hogares han perdido más del 10% de su renta desde 2009. Es España existen 3.000.000 de niños en situación de pobreza o de riesgo de exclusión social.
La calidad educativa va directamente ligada a la equidad social, y es mediante la superación de las desigualdades que la educación puede trabajar hoy para conseguir un mañana más equitativo y con mayor bienestar. Pero ¿cuáles son los criterios que permiten evaluar la si la educación es equitativa?
Los procesos y los contenidos educativos
Para la UNESCO, solo mediante docentes competentes que utilizan pedagogías activas es posible considerar una educación de calidad. Además, los programas de estudios deben ser relevantes para los estudiantes y la sociedad donde se insertarán como adultos una vez concluyan sus estudios, en cualquier etapa. Los estudiantes que tengan dificultades para seguir el ritmo establecido deben contar con el apoyo necesario para garantizar que nadie se queda atrás.
La comparación de España con Finlandia, país reconocido por la calidad de su educación a todo nivel, ofrece algunas explicaciones acerca de los fallos del sistema educativo local. El prestigio de la docencia y los requisitos que deben cumplir los candidatos a ser profesores son menores en España. La nota de corte para acceder a Magisterio es de 5/10 (contra 9/10 en Finlandia) y solo recientemente se creó en España el Máster Universitario en Formación del Profesorado de Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas. Antes de 2008, con el CAP (un curso de unos meses de duración) ya era posible acceder a las listas de candidatos a profesor de secundaria.
Por otro lado, el modelo educativo que se sigue prioriza los contenidos organizados por materias, la memorización y repetición, los deberes y pruebas y exámenes estándar para evaluar el progreso del estudiante. A nivel de secundaria, los planes de estudios no se actualizan a la velocidad en que la sociedad lo demanda, y ello contribuye al abandono escolar. La escasa preparación en aspectos digitales-tecnológicos es la principal señal de desactualización del sistema educativo en todos sus niveles.
Los expertos coinciden en que la implicación de las familias es clave del éxito educativo, y con los horarios que se siguen en España, esto no suele ser posible. Además, la última modificación a la ley nacional de educación incluye contenidos de la asignatura de Religión que han cosechado muchas críticas.
El sistema educativo
Los principios de calidad que contempla la UNESCO son:
- Una buena administración y distribución de recursos equitativa
- Entornos educativos seguros, sanos e integrados
- Niveles bien definidos de rendimiento para todos
Los estudios señalan que no solo existe una brecha de género en los resultados obtenidos por chicos y chicas en sus procesos educativos, sino que además este se ve profundizado por una diferencia de aspiraciones entre ambos géneros. Si sumamos a esto el encarecimiento de las tasas universitarias en los últimos tres años, las perspectivas de equidad prácticamente se difuminan.
Resulta evidente, siguiendo las consideraciones de la UNESCO, que queda mucho trabajo por hacer para mejorar el sistema educativo español.
