Nueve de cada diez profesores rechazan las oposiciones como sistema de acceso al cuerpo de personal docente. Así lo reflejan los resultados de una encuesta elaborada por la Red por el Diálogo Educativo (REDE), que ha consultado a más de 800 profesionales. Más allá de la encuesta, lo cierto es que a día de hoy los sindicatos y las asociaciones de profesores apuestan por impulsar un nuevo modelo de actividad docente. Este cambio de paradigma también incluye replantear la noción de oposiciones, ya que las pruebas suponen mucha carga de trabajo pero no son efectivas. De hecho, la última gran convocatoria ha dejado sin cubrir el 9,6% de las plazas ofertadas. Es decir, 20.689 vacantes de profesor de secundaria o FP. La cifra sorprende teniendo en cuenta que se presentaron unas 200.000 personas.
Aunque el Ministerio de Educación no quiere entrar a analizar “ni la concepción ni la corrección de los exámenes” porque no le compete, su responsable, Isabel Celaá, ya ha anunciado que se “revisará el actual procedimiento de las oposiciones”. Una de las grandes quejas de los participantes en la encuesta es la forma de valorar los méritos de los candidatos. Explicamos por qué. A día de hoy. el primer ejercicio de las oposiciones es teórico y es obligatorio aprobarlo. En la segunda fase, se presenta una programación y se expone una unidad didáctica. Pero, ¿cuál es el problema? En esta segunda fase también pesa en la nota final la experiencia docente previa y la formación académica complementaria. Por otra parte, los docentes también piden que se equiparen los niveles salariales en todas las comunidades autónomas.
¿Qué nos enseñan los resultados de esta encuesta sobre oposiciones?
- Oposiciones, ¿misión imposible? Las oposiciones suelen requerir muchos años de estudio, pero no siempre dan los frutos esperados. Es más, a menudo no sirven para cubrir muchas de las plazas ofertadas. ¿Conviene optar por un sistema más flexible que no potencie la competitividad? ¡El dilema está servido!
- Qué pesa más: ¿la experiencia o el currículum? Como vemos, la docencia suele tener prioridad en relación a otros criterios. Por ejemplo, los títulos académicos o la nota media. Aunque este sistema premia a los docentes con recorrido (tal como reclama CCOO), también supone un tapón de entrada, para los profesores jóvenes. Así, nos encontramos con un progresivo envejecimiento del profesorado en las aulas.
- ¿Hay que trabajar de forma más colaborativa? Atención a los resultados de la encuesta. Un 80% piensa que no se trabaja de forma colaborativa entre profesores. Un 81% echa en falta un mayor contacto con las universidades. Y un 67% de los nuevos docentes cree que no se recibe una formación práctica adecuada. ¿Qué hay que hacer para acercarse al modelo finlandés?
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Fuente: El País
Me meo toa con la enseñanza en España.