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¿Qué necesito para ser cuentacuentos?

«Yo lo único que he querido hacer en mi vida -y lo único que he hecho más o menos bien- es contar historias. Pero nunca imaginé que fuera tan divertido contarlas colectivamente.»  Efectivamente contar historias a un público ávido por escucharlas, como afirmaba el mismísimo premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, es muy divertido, pero no sólo eso, sino que además puede convertirse en tu profesión.

¿Qué cualidades hacen falta para ser cuentacuentos?

La primera de todas, la básica, la más imprescindibles sin duda alguna  es sentir la pasión por contar y tomar la decisión de convertirlo en tu profesión. Si cumples ese requisito, ¡enhorabuena! porque tienes el tesoro más preciado: motivación necesaria para iniciarte en una de las profesiones más bonitas y enriquecedoras que puede haber. A partir de ahí, tan solo necesitas formarte y practicar para potenciar el resto de cualidades necesarias para convertirte en un narrador oral de calidad.

No será difícil que alcances tu meta si a la pasión por contar, que suele ser algo innato, le sumas estas otras cualidades que puedes trabajar y desarrollar poco a poco con esfuerzo:  imaginación, capacidad para improvisar, empatía con la gente, confianza en uno mismo para evitar miedos escénicos y crecer, cultura lectora porque la literatura te dará nuevas ideas y ampliarás tu vocabulario, presencia escénica, una buena oratoria, creatividad…

¿Dónde me puedo formar?

Con todas estas cualidades dispuestas lo siguiente es adquirir una formación  que te ayude a organizarlas, a potenciarlas, a adquirir otras nuevas y a aprender poco a poco el noble oficio de narrador oral. Es difícil encontrar un máster o una titulación dedicados por entero a formarte específicamente así que puedes hacer un curso concreto de cuentacuentos y además tomar clases de otras disciplinas que pueden ayudarte como talleres de interpretación y teatro, clases de oratoria o seminarios de expresión corporal. Todos estos aprendizajes irán orientados a incrementar la creatividad, a buscar un estilo propio, a adquirir un repertorio personal, entrenar la voz y obtener recursos de apoyo. Pero no solo necesitas estudiar y practicar, sino que también hace falta empaparse de verdad acudiendo a multitud de sesiones de cuentacuentos.

Para quienes ya tienen una formación como  profesor y buscan utilizar técnicas de narración oral aplicadas a la pedagogía existen también cursos de postgrado específicos.

¿Quién puede ayudarme?

No estás solo, así que sal a buscar a quienes como tú un día tuvieron el sueño de dedicarse profesionalmente a la narración oral y lo han conseguido. Ellos mejor que nadie pueden ayudarte y darte orientación para guiar tus pasos porque están al día en el sector y en su momento tuvieron los mismos interrogantes que tú. Existe por ejemplo AEDA, la Asociación de Profesionales de Narración Oral en España que lleva desde 2010 velando por el buen hacer en la profesión y que por segundo año organiza una Escuela de Verano llena de actividades muy interesantes.

Y traspasando nuestras fronteras, un buen recurso es por ejemplo  la Red Internacional de Cuentacuentos que agrupa a más de 1.000 cuentistas desperdigados por 55 países en la que es la mayor base de datos de todo el mundo. Coordinada por 15 especialistas que además son profesores, escritores, creativos, ilustradores y creativos, esta plataforma además de servir de hilo de unión, lucha por dar valor a la tradición oral, animar a la lectura y reinvindicar los cuentos como patrimonio de la humanidad.

Una buena lectura muy práctica que te dará un montón de claves es el libro Los secretos del cuentacuentos, de Beatriz Montero.

No solo para niños.

La figura del cuentacuentos está asociada a los niños, pero, si bien es cierto que son los principales consumidores orales de historias, no solo para ellos puedes trabajar. Los adultos también son un público objetivo al que dirigirte: solo hay que orientar hacia ellos otro tipo de recursos.

Como profesional de la narración oral podrás ejercer tu trabajo en escuelas, jardines de infancia, bibliotecas populares, teatros, cárceles, cafés, museos, institutos de menores e incluso hospitales porque, a veces, escuchar historias es una terapia muy válida que consigue despertar la imaginación olvidando por un rato los problemas que nos rodean.

16 comentarios en «¿Qué necesito para ser cuentacuentos?»

    • Hola, Patricia,

      En este enlace, encontrarás varias opciones para formarte como cuentacuentos:

      Ponte en contacto con los centros e infórmate.

      Un saludo.

      Responder
    • Hola, Juana,

      En este enlace, encontrarás cursos de tu interés para convertirte en cuentacuentos:

      Ponte en contacto con los centros e infórmate.

      Un saludo.

      Responder
  1. Hola me encantaría aprender a ser cuentacuentos , creo que es una llave a la imaginación pérdida eno estos tiempos.vivo en una provincia en mexico.

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