¿A qué se dedica un diplomático?

Un diplomático es un funcionario del Estado que realiza funciones de representación. Este profesional debe fomentar las relaciones entre Estados, representar a su país, proteger a los ciudadanos residentes en el extranjero y recabar información entre otras tareas. Por lo tanto, se trata de un trabajo que aborda cuestiones muy diversas. Por ejemplo, los diplomáticos intervienen en situaciones extraordinarias como las catástrofes naturales o los ataques terroristas. También tienen un papel clave en los procesos de mediación.

Para acceder a esta profesión, como pasa con cualquier otro nivel de la función pública estatal, hay que pasar por unas oposiciones. Este concurso tiene como objetivo seleccionar a los candidatos apropiados para la Carrera Diplomática. Aunque se trata de una carrera generalista, hay dos ramas que debemos diferenciar: la política (dedicada a la representación del Estado) y la consular (centrada en la protección de entidades y personas en el extranjero). De hecho, el diplomático puede ejercer a la vez las dos funciones o intervenir solo en un ámbito.

¿Qué funciones lleva a cabo un diplomático en su día a día? 

Ya hemos apuntado, a grandes rasgos, en qué situaciones es necesaria la intervención de un diplomático. De una forma más concreta, las tareas de estos funcionarios se pueden resumir en los puntos siguientes:

• Representar al Estado acreditante simbólica, política y legalmente.
• Negociar con el gobierno del Estado receptor.
• Informarse por todos los medios lícitos en caso de incidentes.
• Fomentar las relaciones amistosas entre Estados.
• Desarrollar las relaciones económicas, culturales y científicas entre el Estado acreditante y el Estado receptor.
• Analizar la actualidad política.
• Dar asistencia a un detenido en el extranjero.
• Tramitar matrimonios en un consulado.
• Contactar con las autoridades locales para recabar información.
• Promover actos culturales relacionados con el país que representa.
• Apoyar a las empresas del Estado acreditante.
• Comunicarse con la prensa.
• Supervisar proyectos de cooperación al desarrollo.
• Facilitar visados.

¿Cómo se puede acceder a la Carrera Diplomática?

Para acceder a la Carrera Diplomática en España hay que estar atento al proceso selectivo que convoca el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. El número de plazas ofertadas puede variar en función de las necesidades del momento. Sea como sea, los candidatos deben cumplir los requisitos siguientes:

• Tener nacionalidad española.
• Ser mayor de edad.
• Estar en posesión de un título universitario (licenciado, arquitecto, ingeniero, graduado).
• Acreditar un buen nivel de idiomas.

Hay que tener en cuenta que el proceso de selección está formado por dos periodos:

• Una primera fase de oposición con ejercicios escritos y orales. Las personas que se examinan deben demostrar un buen nivel de cultura general, idiomas y comentario de texto en diversas pruebas (todas se plantean a partir del temario establecido). El temario incluye diferentes materias, como Derecho Internacional, Organizaciones Internacionales, Unión Europea, Cooperación para el Desarrollo, Política Exterior, etc. Además, los candidatos deben superar un examen y una entrevista personal.
• Una segunda fase con un curso práctico y eliminatorio. La formación combina las clases con las visitas y tiene como objetivo preparar al candidato para su actividad profesional. Una vez superado el curso, ya se ingresa en la Carrera Diplomática.

Si te interesa dedicarte profesionalmente a la diplomacia, ya puedes empezar a prepararte las oposiciones. Si lo que buscas es un posgrado o máster para complementar tu formación, en Emagister tenemos los cursos que necesitas. ¡No olvides compartir tus experiencias con nosotros en un comentario!

Fuentes: Ayuntamiento de Barcelona y Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación