Las competencias que se le requieren al responsable de marketing en una empresa están cambiando al ritmo que avanzan las herramientas de comunicación con el cliente, por un lado y por otro, las nuevas exigencias del mercado.
Uno de los blogs de referencia del marketing, puromarketing.com, anuncia que el perfil que se exige a este trabajador es el de aquella persona «capaz de optimizar los recursos online y offline y hacerlos complementarios dentro de una estrategia multicanal, utilizando las herramientas idóneas en cada ocasión y mejorando la experiencia del cliente». A la larga, se requiere de alguien que sea capaz de diseñar el futuro de la empresa y maneje los tiempos convenientemente en las acciones que se diseñen.
Otra web referente del sector, iprofesional.com, explica que, junto a las competencias digitales, el nuevo responsable de marketing debe disponer de un fuerte componente humanista. que sea un profesional con un fuerte componente humanista. Y esto, ¿por qué? Por el nuevo tipo de consumidor surgido a partir del desarrollo de internet y del incremento del interés por la información.
Como consecuencia, el responsable del marketing de la empresa debe dar prioridad absoluta a las personas y debe tener conocimientos muy sólidos de cómo se comportan.
Por ello es importante contar con un bagaje sociológico relevante, pero sobre todo psicológico. El rol de este directivo es aportar soluciones en formatos que desean los clientes, los cuales presentan una serie de condicionantes para obtener esas soluciones.
Por último, debe ser el responsable de generar la rentabilidad comercial de la empresa y la encargada de gestionar todo lo referente a recursos y comercialización.
Por lo tanto, el encargado de organizar el marketing en una empresa tiene un perfil multidisciplinar y debe estar capacitado para el desempeño de las siguientes competencias:
- Dominio de las estrategias de Marketing Online (tácticas, herramientas, generación de contenidos de valor, posicionamiento, analítica).
- Gestión y optimización de tiempo y recursos humanos y materiales.
- Dominio de la metodología del Inboud-marketing, lo que supone una obsesión positiva por el cliente (conocimientos de psicosociología y comportamiento del nuevo consumidor) para atraerlo sin perseguirlo.
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