En los últimos años habrás oído hablar mucho sobre este tipo de profesionales. Se trata de expertos en fitness que se encargan de elaborar programas de entrenamiento a una persona o a un grupo reducido, con el fin de atender los objetivos particulares de la persona/as a las que atiende.
Su labor es elaborar planes individualizados y centrados en las necesidades, resistencia y condiciones de cada uno de sus clientes. Para ello debe estar pendiente tanto de la actividad física que realiza la persona a su cargo como del tipo de alimentación y hábitos que lleva a cabo en su día a día.
Es fundamental, por tanto, que lo primero que hagan sea un análisis personal sobre la condición física y de salud de la persona a través de un test de aptitud física. A partir de ahí, deberá pactar un programa de entrenamiento con el cliente y fijar una meta y tiempo en la que deberá alcanzarla.
El entrenador personal podrá ayudar al cliente en muchos aspectos: motivación, consejos, alimentación, ejercicios, musculatura… Pero también debe ser consciente de sus limitaciones. Puesto que la materia prima de su trabajo es, en gran parte la salud de otra persona, debe ser muy responsable en su oficio y saber cuándo se le presenta una situación que le supera y en la que la persona debería acudir a un especialista.
A pesar de que este tipo de profesionales no pueden ser unos expertos en todas las materias, sí debes tener en cuenta que su función siempre resultará beneficiosa para el cliente: un entrenador personal ayudará en gran medida a aprovechar al máximo las sesiones de entrenamiento y conseguir los objetivos de la forma más adecuada, ya que todos y cada uno de los hábitos que se adquieren con él están pensados para los requerimientos exclusivos del cliente.
A veces incluso trabajan para la persona en su propio domicilio, o tienen su contacto para consultar dudas o permanecer atentos a los ejercicios diarios en el momento que el cliente desee, lo que supone, sin duda, unos valores extra que ningún otro profesional o mecanismo de entrenamiento podrá ofrecer.
La profesión de entrenador personal no está regulada y precisamente por esta razón podrás encontrar gran diversidad de formaciones que te sirvan para dedicarte a ello. Aun así, en los centros de entrenamiento prefieren a profesionales cualificados ya que el ejercicio físico debe realizarse siempre en las dosis correctas minimizando así la posibilidad de efectos secundarios perjudiciales.
Es de gran utilidad ser licenciado en Actividad Física y del deporte, pero sobre todo haber realizado un curso en el que te especialices en esta profesión. En Emagister hay una gran variedad de cursos de entrenamiento personal, échale un vistazo, si estás interesado seguro que encuentras alguno adaptado a tus necesidades.
